El APEGO es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres o maestros y que leproporciona la seguridad emocionalindispensable para un buen desarrollo de la personalidad. En tiempos de transición y cambio, lo más importante como padres y maestros es ayudar a los niños a sentirse seguros y amados.
Durante tiempos estresantes, sin importar la edad, los niños están interesados en saber tres cosas básicas: ¿Estoy a salvo?¿Están ustedes, las personas que cuidan de mí, a salvo?¿Cómo esta situación afectará mi vida diaria?
A su vez, la falta de información certera puede generar sentimientos de miedo, frustración, impotencia y ansiedad. Es importante recordar, los niños modelan los comportamientos que observan de los adultos. Si proyectamos sentimientos de estrés, ansiedad y miedo le transmitiremos los mismos a los niños. Ante esta situación, explícale que sentir esas emociones es natural, pero no podemos permitir que se apoderen de nuestros pensamientos y acciones.Para manejar estas emociones, te recomendamos:
-Reconocer que esta situación es temporal: Niñas y niños tienden a percibir el mundo tal como sus padres lo perciben, por eso es MUY IMPORTANTE QUE COMO ADULTOS CONSERVEMOS LA CALMA.
-Autorregulación: Utiliza prácticas de crianza positiva, no recurras a la violencia como golpes y gritos que agravan la situación.
-Relación positiva-vínculo afectivo entre padres e hijos: Jugar con los niños también es importante. El juego y las actividades lúdicas les ayudan a MANEJAR SUS EMOCIONES.
-Dialogar sobre el tema y preocupaciones: Habla con ellos y escúchalos. Es muy importante no ocultarles información, pero si hacerlo con un lenguaje sencillo, honesto y apropiado para su edad.
-Expresión de emociones.
-Fomentar pensamientos positivos (logros del día y agradecimiento).
-Música relajante.
-Infundir seguridad y paz.
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En tiempos de confinamiento, el hecho de vivir estrechamente en un lugar tan íntimo como el hogar, hace que de forma casi inevitable surjan roces, desacuerdos entre los pequeños de la casa… incluso luchas para lograr: la atención de los padres, la posesión de ciertas cosas (como juguetes) o la posesión de cierta parte del territorio (como su habitación).
Los adultos podemos observar dichas peleas y conflictos (siempre que se mantengan dentro de unos niveles aceptables) de dos modos: como un problema que perturba nuestra paz familiar o bien como una oportunidad para que los niños y niñas aprendan ciertas habilidades sociales que son necesarias en la vida.
Este tipo de situaciones, aunque no son agradables para nadie, debemos tener siempre presentes que son inherentes a su relación y, sobre todo, muy normales.
¿Qué eliges? ¿Conflicto o la oportunidad?
En el segundo caso, veremos sus conflictos como oportunidades de aprendizaje y responderemos intentando enseñarles habilidades para la vida que necesitarán ahora, pero también en el futuro, entre ellas la habilidad de negociación, asertividad, resolución de problemas y empatía…En este caso las peleas se seguirán dando, pero cada vez en menor medida, y lo mejor de todo es que los niños/as cada vez serán más autónomos en su resolución.
¿Por qué se producen los conflictos entre hermanos?
Algunos detonantes de sus conflictos son: llamar nuestra atención o por sus posesiones o por el espacio. También suelen pelear porque les ha pasado algo y es su vía de escape, porque están aburridos, porque es un juego, para observar nuestras reacciones, por resentimiento, por sentirse superior al otro.
¿En el fondo son celos?
Los celos se suelen producir porque el niño o niña percibe que tener un hermano o hermana (o varios) significa MENOS: menos atención, menos tiempo para estar a solas con el padre o la madre, menos comida en el reparto, menos tiempo de baño, menos juguetes, menos mirada en exclusiva, menos reconocimiento, menos… pero también: soy menos único, valgo menos, se me ama menos.
Todo ello desemboca en luchas de poder, competencia y rivalidad para conseguir todo nuestro tiempo y nuestra atención, aunque sea peleando. ¡BUSCAN PERTENENCIA!
Todo comportamiento del niño/a tiene un fin o una meta, y los conflictos entre hermanos/as no son una excepción a ello.
Recordemos la importancia de sentirse amados
Cuando los niños/as se pelean es porque tienen la creencia de que no son tomados en cuenta, además de que no se sienten importantes. Da igual si esa creencia es cierta o errónea, porque la conducta del niño o niña se basa en lo que él o ella cree que es cierto, no en lo que lo es de verdad. El niño o niña solo busca pertenencia, utilidad, importancia, ser tomado en cuenta, atención, amor incondicional.
Si los padres y madres logramos que le llegue a cada niño/a concreto el mensaje de que puede estar seguro de que es especial, de que le amamos y de que es importante para nosotros y para toda la familia, entonces gran parte de las peleas y rivalidades desaparecerán. A su vez, también es importante tomar en cuenta que los conflictos entre hermanos/as también tienen su parte positiva y útil, entre otras cosas: enseñan grandes habilidades para la vida, tales como: habilidades de negociación, resolución de conflictos, empatía, resiliencia, cooperación, respeto a la otra persona, auto control.
¿Cómo los padres reaccionamos ante el conflicto regularmente?
Pero ¿Cómo se sienten los niños ante tu reacción?
Los niños se sienten frustrados, resentidos, menospreciados, tratados injustamente, no tomados en cuenta, humillados y un sinfín de sentimientos poco agradables y muy destructivos, pues dañan al niño/a, a su autoestima y a sus relaciones con los demás miembros de la familia. En ocasiones, los padres influimos muchas veces en aumentar la rivalidad. Te compartimos los siguientes tips para controlar la llama de la rivalidad:
-Nunca compararles, porque las comparaciones no solo aumentan la rivalidad entre ellos sino que además son etiquetas que les colocamos y que son tremendamente dañinas para el niño o la niña y para su autoestima. SEPARA EL SER DEL ESTAR.
-Nunca tomes partido a favor de uno de los niños/as: nunca debemos ser jueces ni policías en sus peleas.
-Darles tiempo especial a cada uno. Esto es súper importante porque cada niño/a debe sentir que es único, pero también saber en todo momento que es tratado de forma que sus necesidades son siempre cubiertas.
-Lograr que les llegue nuestro amor incondicional. También es importante que el niño o niña entienda que le amas por el simple hecho de existir, independientemente de lo que haga, diga o sienta.
-Darles a cada uno autonomía y tareas para poder colaborar de forma activa en la vida familiar y que se sientan que pertenecen y son útiles e importantes dentro de la unidad familiar.
-Admitir los sentimientos negativos hacia el hermano o hermana: tener un hermano o hermana puede provocar sentimientos muy contradictorios en el niño o niña. Evitar entrar a reaccionar en temas de igualdad.
-Reconoce la dificultad de resolver el problema.
-Expresa tu convencimiento en su habilidad para encontrar una solución aceptable para ambos: nuestra intención es que sean ellos y ellas las que busquen la solución al problema, que utilicen sus habilidades para resolver el conflicto, por lo que vamos a optar por creer en sus habilidades y animar a ello. Recuerda animar manteniendo a los implicados en el mismo barco.
-Déjalos resolviéndolo solos.
-Intervenir si el conflicto no se resuelve.
Reforzamos y creemos realmente que ellos solos son capaces de resolverlo, les respetamos y confiamos en ellos porque si nosotros lo creemos, ¡ellos también!
Nos guste o no, los conflictos y las peleas entre hermanos y hermanas van a darse, son intrínsecos a la vida.No debemos tomarlo como algo personal, sino como una oportunidad maravillosa y única para ayudarles a desarrollar habilidades importantes para la vida.Hagan su parte para que sus hijos se traten con respeto. Los padres no pueden controlar sus relaciones, pero pueden guiarlos con amor.
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Luchar por la independencia puede ser muy frustrante para el niño. Dado que quiera hacer todo solo, probablemente fracasaría una gran parte del tiempo.
El berrinche por lo general es producto de la frustración. El berrinche es duro para todos en la familia y con ellos se crea un círculo vicioso.
Frustración e impotencia = BERRINCHE
¿CÓMO PREVENIRLOS?
CONTROLAR LA FRUSTRACIÓN DEL NIÑO:
Evite juguetes o situaciones que no sepa manejar o que requieran de alta destreza. (Provéalo con juguetes que lo desafíen, no que lo frustren).
OFREZCA AYUDA PERO NO INTERFIERA:
No le quite control de sus acciones, ayude en una forma que no descalifique su propia habilidad pero evite que su frustración se multiplique.Incentívelo y felicítelo al intentar o hacer las cosas.
NO LO HOSTIGUE INNECESARIAMENTE:
NO IMPONGA LÍMITES RIDÍCULOS EN DONDE NO LOS HAY:
No decida cerca del fin de día imponerse, si no lo hizo en todo el día.
No revierta una decisión si el niño empieza un berrinche porque el niño creerá que haciendo berrinches es la forma de obtener su gusto.
BUSQUE LAS SEÑALES DE QUE EL NIÑO YA LLEGÓ A SUS LÍMITES:
Hambre – dele comida
Sueño – siesta
Irritación – baje el ritmo de las actividades
NO PARE UN BERRINCHE, ES UNA FORMA DE DESAHOGO:
A menos que el niño tenga 3 años o 4 berrinches fuertes en un día, el berrinche es un signo de que el niño está creciendo.
Su propósito es desahogar la frustración.
La meta es controlarlos no detenerlos.
Ignorando al niño
Confrontándolo
Cambiando ambos, dejar que se calme un poco y luego confortarlo.
En ocasiones el niño mismo es el que pide ser ignorado.
CALIFIQUE (RECONOZCA) LOS SENTIMIENTOS DE SU NIÑO PERO NO INVOLUCRE LOS SUYOS:
De atención reflectiva (“veo que estas muy enojado y frustrado. Voy a dejarte hasta que te calmes. Cuando estés listo avísame”).
Mensaje de: reconocimiento de sentimientos.
Mensaje de: Tú puedes controlarte.
Mensaje de: Yo te quiero siempre y voy a reconfortarte.
TIEMPO DE CONFRONTAR:
Una vez el niño se calma, acérquese a él.
Abráselo, explíquele que sabe lo que sentía, dígale que se alegra de verlo calmado.
Si el niño no desea que lo cargue y lo abrace, acéptelo; no se indigne, permita que él establezca el contacto cuando lo desee.
¿PROBLEMAS ESPECIALES CON LOS BERRINCHES EN PÚBLICO?
Usualmente lo ponen a uno más tenso y enojado, difícil manejarlo.
Enfoque el problema del niño y no su propia incomodidad.
Busque un lugar callado donde el niño se pueda calmar.
Quédese cerca del niño para que el lugar extraño no lo descontrole más.
SI AMBOS PADRES TRABAJAN:
Usualmente los berrinches se dan en horas de la noche cuando los padres están unidos.
El niño se siente más seguro de perder el control.
El niño resiente falta de atención cuando están en casa.
Papás muy cansados para calmar berrinches
Dedíquele tiempo especial al niño
INCLÚYANLO en sus conversaciones y actividades.
Juegue, cuéntele cuentos, de un paseo.
Permítale estar cerca de usted aunque esté ocupado.
Los berrinches son probablemente el peor problema de manejar en niños pequeños pero: Reconociendo las necesidades del niño:
Respetando sus intensos y complicados sentimientos
Proveyendo un ambiente seguro y amoroso puede lograr mayor auto control y crecimiento en el niño.
¡No dude en llamarnos y platicar con nosotros las veces que lo desee!
¿CÓMO EDUCAR A UN NIÑO ZURDO EN UN MUNDO HECHO PARA DIESTROS?
La educación de un niño zurdo no tiene por qué ser distinta a la de un niño diestro.
Lo único que pueden hacer los padres en el primer caso es apoyar, comprender, y colaborar en gran medida para que sea más fácil para su hijo zurdo desenvolverse en un mundo pensado y diseñado para personas diestras.En nuestra vida diaria la mayoría de las actividades está orientada a una sociedad de diestros. El ratón y el teclado de las computadoras, la cuerda del reloj y un montón de cosas más.
La zurdera no es un problema. El problema reside solamente en asegurar la comodidad de los niños zurdos, evitando así su frustración o que se sientan discriminados. Los padres juegan un gran papel en este sentido.En casa, ellos pueden ayudar a su hijo zurdo a abrocharse los cordones de los zapatos, por ejemplo, sentándose frente a él e ir guiándolo como si se tratara de una imagen reflexionada en un espejo.
La paciencia y la comprensión son ingredientes básicos en la educación. En el colegio, los profesores deben ser informados de la zurdera de un niño desde el principio, para que puedan prestarles la atención que necesitan, y determinar algunos cambios para una mejor comodidad para el niño, como por ejemplo, sentarlo al lado izquierdo de los escritorios dobles o junto a otro niño zurdo para evitar que su codo moleste al compañero diestro, o sentarle al lado derecho de la clase en relación a la pizarra para que pueda ver la escritura del profesor desde el mismo ángulo que él mira su escritura sobre el papel. Medidas como estas atenúan las dificultades del niño zurdo.
ADAPTACIÓN DE UN NIÑO ZURDO A UN MUNDO DIESTRO
Va a depender de la edad y del nivel de aprendizaje en que se encuentre el niño. Pero lo más importante que debe enseñarle un padre a su hijo zurdo es la capacidad de adaptarse a un mundo hecho para diestros. Esa es la mayor ventaja que poseen la mayoría de los zurdos sobre de sus iguales diestros.
Pero si no es posible lograr buenos resultados debido a que las herramientas para diestros no lo permiten, existen otras alternativas. Cada día existen tiendas especializadas que venden todo tipo de herramientas, desde reglas, sacapuntas y cuadernos hasta tijeras, apropiados para los niños zurdos.
¿CUÁLE SON LAS DIFICULTADES QUE ENFRENTAN LOS NIÑOS ZURDOS?
Es muy importante que un niño zurdo sepa porque es zurdo y que otros niños también lo son, ya que eso le defenderá delante de una situación difícil. Algunos padres se preocupan cuando su hijo se inclina por la mano izquierda, por consideraran la zurdera como un trastorno de aprendizaje.
Claro que un niño zurdo tendrá problemas para integrarse a la escritura, pero la dificultad residirá apenas al principio. No existen razones para pensar que la zurdera es un trastorno ni de aprendizaje, ni de lenguaje o inteligencia. Tampoco es síntoma de destreza. Los zurdos son tan hábiles como los diestros, desde cuando usen su mano preferida.
NIÑOS ZURDOS La zurdera es una característica del niño que no se puede ni se debe corregir.Los estudios indican que entre un 12 y un 15% de la población mundial infantil es zurda.
Una persona zurda es la que tiene preferencia por usar la mano izquierda para una variedad de acciones como coger, alcanzar, echar, jugar, señalar, escribir y manipular. También incluye una predilección por preferir el pie izquierdo para dar el primer paso para caminar, montar en triciclo, patear una pelota, saltar a la comba, etc. Por norma general, ser zurdo significa tener en algún grado un dominio del lado derecho del cerebro. Hace años, un niño zurdo no era visto con normalidad. Se pensaba que la zurdera era un problema de salud. Hoy en día, ya se sabe que la zurdera no es una enfermedad. Es apenas una característica del niño que no se puede ni se debe corregir.
Normalmente es en la escuela que se detecta que un niño es zurdo, porque es cuando él empieza a utilizar las manos con más frecuencia. Hasta los 3 o 4 años, los niños utilizan las dos manos indistintamente. Para comprobar si un niño es zurdo o diestro hay que observar qué mano, pie u ojo utiliza él cuando patea una pelota, se cepilla los dientes, se peina, lleva un vaso, tapa o destapa un frasco, mira por un telescopio, escribe-colorea, hace una foto. El ojo, la mano o el pie elegido naturalmente para realizar las acciones suele ser la dominante.
¿El niño ya nace diestro o zurdo?
Un niño es zurdo no porque él lo decidió así. Muchos padres se preguntan si existen técnicas para que puedan cambiar el dominio de la mano izquierda de su hijo para la derecha, como si eso se tratara de una decisión del niño o de la niña. El dominio de la mano, sea derecha o izquierda, lo determina el cerebro.
El lado derecho controla la mano izquierda y el izquierdo la mano derecha. Por esta razón, a un niño zurdo no se le puede obligar a que escriba con la mano derecha. No existe entrenamiento alguno que lo haga cambiar. Por muchos esfuerzos que se haga, el niño seguirá tendiendo a usar su mano izquierda para la realización de acciones ya que esto es parte de su naturaleza y no de un hábito o una costumbre que él haya adquirido. Si se obliga a un niño a utilizar la mano más débil y menos hábil en la realización de las tareas, los resultados pueden ser frustrantes para él. Le agotará sin razón y le hará más torpe. Cambiar las preferencias laterales del niño conlleva desventajas como dificultades para distinguir la derecha de la izquierda, trastornos en la escritura, dislexia e incluso tartamudez. La principal preocupación que existe en cuanto a la zurdera es de adaptabilidad de los niños a un mundo hecho en su mayoría para los diestros.
Para mayor información, no dudes en comunicarte con nosotros ¡estaremos felices de atenderte!